Las personas con síndrome de Muchausen y la hipocondría están tan obsesionados con tener enfermedades que en realidad no sufren, pero ahí es donde terminan las similitudes. ¿Cuáles son las principales diferencias entre estos dos trastornos? Siga leyendo para averiguarlo.
La hipocondría y munchausen son dos palabras que casi todos hemos escuchado. Tanto, como sabemos, se refieren a las personas que están obsesionadas con la enfermedad y la enfermedad sin tener los problemas médicos serios que hablan. ¿Cuál es exactamente la diferencia entre el síndrome Muchausen y la hipocondría? ¿Cuáles son los signos reveladores? Preocuparse por la salud es, en mi opinión, algo que todos hacemos de vez en cuando. Esas palpitaciones del corazón, ese bulto en nuestro seno o testículo, que el dolor abdominal… sea lo que sea, estamos propensos a buscar en Google, viendo el peor de los casos comer hasta en nuestra pantalla con bastante rapidez, y darnos una sentencia de muerte incluso antes de llegar al médico. Ahora puedes buscar cualquier información relacionada con tu salud en el buscador de El Blog de la Salud, junto al menu superior – e incluso realizar cualquier consulta en el apartado de comentarios que será resuelta lo antes posible – y si no encuentras lo que buscas otra opción muy buena es escribir la consulta en tu buscador habitual y añadir elblogdelasalud para encontrar mejores resultados. Para la mayoría de nosotros, sin embargo, este sentimiento de pánico es de naturaleza pasajera. Una vez que ese instante de pánico es más, hacemos una cita con nuestro médico y obtenemos un diagnóstico, o por supuesto el alta. Aunque preocuparse excesivamente puede llegar a etiquetarte a ti mismo como un hipocondríaco, la mayoría de las personas que pasan por este proceso sufren de nada más que vivir en una época donde está disponible la información. El diagnóstico de “hipocondría” en realidad no existe más, habiendo sido reemplazado por dos condiciones alternativas en el último Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM 5. Ellos son a la vez caracteriza por una preocupación excesiva o la obsesión por la enfermedad o síntomas que no están anclados en la realidad. Las personas que sufren de trastorno de ansiedad estarán muy centrados en la idea de que están enfermos o en riesgo de una enfermedad, interpretar los procesos corporales normales o síntomas menores como síntomas de una enfermedad grave, en exceso se preocupan acerca de las enfermedades que se ejecutan en su familia, y constantemente se preocupan por su salud en general. Cabe destacar que las personas que sufren de enfermedades de trastorno de ansiedad no encuentran mucho consuelo cuando su médico les informa que no tienen la enfermedad por la que estaban preocupados, y sus preocupaciones acerca de ser o convertirse en enfermos ocupan gran parte de su tiempo y energía mental que el funcionamiento diario se ve afectada. Las personas con trastorno somatomorfo en realidad experimentan síntomas físicos como dolor crónico, dificultad para respirar, diarrea y distensión abdominal. El diagnóstico de este trastorno es un achaque que va a excluir los trastornos físicos. Trastorno somatomorfo puede ser un trastorno mental real, pero con extrema precaución se justifica antes de diagnosticar a alguien con ella: la posibilidad de que los síntomas del paciente son el resultado de un problema físico real que puede no haberse identificado todavía – porque es muy raro, por ejemplo – pero no debe ser desestimado. Si bien hay una causa específica de la hipocondría ha sido identificado, se conocen factores de riesgo. Ellos incluyen tener antecedentes familiares de la enfermedad, después de haber tenido una enfermedad grave en el pasado (por ejemplo, si usted ha tenido cáncer de mama antes, es posible que se preocupe por el cáncer regrese), pasando por un período de gran estrés, y – ¡tomar nota! – Pasar un montón de problemas de investigación de salud de tiempo en línea. Las personas con un historial de abuso infantil y los que generalmente son propensos a la ansiedad también tienen un mayor riesgo de desarrollar uno de los trastornos que han sido previamente clasificados como hipocondría. Mientras hipocondríacos sinceramente creen que tienen o está