El desarrollo neurológico de los bebés muy prematuros puede verse afectado negativamente por un número de factores que rodean el nacimiento. Un nuevo estudio ha encontrado que la exposición a los factores de estrés en la UCIN puede provocar cambios en la estructura y las funciones del cerebro.
Aunque varios estudios realizados en el pasado han vinculado el desarrollo neurológico de los bebés muy prematuros a condiciones perinatales, en un primer estudio de su tipo, los investigadores han estudiado el efecto de una de estas condiciones, a saber, la tensión en la unidad de cuidados intensivos neonatales, en el desarrollo del cerebro del recién nacido. Ellos han encontrado que la exposición temprana al estrés puede reducir el tamaño del cerebro y afectar su buen funcionamiento. Los investigadores seleccionaron a 44 bebés prematuros, nacidos antes de 30 semanas de gestación, para su estudio. Todos los bebés estaban en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Se examinaron los bebés para derivar sus puntuaciones de la Escala Stressor Neonatal Infant. Esta escala se basa en la exposición de los bebés a los 36 eventos que produce estrés en la UCIN, incluyendo los cambios de pañal, inserción de una vía intravenosa y la intubación. Los bebés también fueron sometidos a imágenes de resonancia magnética cerebral y diferentes pruebas neurológicas para evaluar el desarrollo de su cerebro y las funciones cognitivas. Los investigadores encontraron que la exposición a los factores de estrés varía de bebé a bebé y también cambia durante el transcurso de la estancia en el hospital para un bebé en particular. Sin embargo, la tensión máxima es durante los primeros 14 días siguientes a la entrega. Los investigadores de este estudio, dirigido por los Dres. Terrie Inder y Gillian Smith, del Hospital de Niños de St. Louis en Missouri, encontraron que la mayor exposición a diferentes factores de estrés en la UCIN, mayores son las posibilidades de disminución de la frontal y parietal ancho. Hubo cambios en la microestructura y la conectividad neuronal en los lóbulos temporales de estos bebés muy prematuros. Las puntuaciones reflejas también fueron más bajos en estos bebés. Examen neuroconductual reveló anormalidades en la función motora. Según las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el 9,6 por ciento de todos los nacimientos en todo el mundo son prematuros, es decir, el bebé nace antes de la semana 37 de embarazo. La incidencia de partos prematuros es del 12 por ciento de todos los embarazos, según los datos disponibles en el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano. Estos recién nacidos prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos cognitivos y parálisis cerebral además de aumento de la mortalidad. La incidencia de parálisis cerebral en los bebés muy prematuros nacidos a las 22 a 23 semanas de gestación es de alrededor de 10 por ciento. Casi el 40 por ciento de estos bebés pueden tener deficiencia motora leve, mientras que los problemas cognitivos que incluyen cuestiones sociales y emocionales pueden estar presentes en hasta el 60 por ciento de los bebés muy prematuros. La mayoría de estos bebés prematuros son admitidos en la UCIN hasta el momento en que han madurado lo suficiente como para vivir sin ayuda médica. Pero en vista de los resultados del estudio reciente, se necesita más investigación para exponer estos bebés a cantidad mínima de factores estresantes en la UCIN. La exposición temprana al estrés puede reducir el tamaño del cerebro y el efecto de su adecuado funcionamiento Los recién nacidos prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar parálisis Deficiencias Cognitivas y Cerebrales Además de aumento de la mortalidad