Correr es una buena manera de mantenerse en forma. Esta es una afirmación indiscutible. Pero, los corredores de maratón de aficionados que corren menos de 64 kilometros a la semana durante el entrenamiento a menudo muestran signos de disfunción cardíaca después de la carrera.
Esta es la conclusión de un estudio publicado. Algunas de estas anomalías pueden durar hasta un mes después de que los corredores cruzaron la línea de meta. Los resultados se basaron en un estudio de 20 atletas aficionados que dirigía el Maratón de Boston y se les realizó un ecocardiograma (ecografía del corazón) antes, inmediatamente después, y alrededor de un mes después de correr la carrera de 42 km. Como lo reveló un investigador, las personas que manejan menos de 64 kilómetros por semana antes de participar en un maratón puede conducir a debilidad muscular cardíaca temporal y un aumento de la presión en las arterias pulmonares. El estudio menciona, además, que las personas que constantemente corrían más de 72 km por semana no mostraron tales signos de daños después de completar la maratón. Se sabe que se producen cambios en el corazón con el entrenamiento físico prolongado y repetitivo, como se muestra en la investigación médica anterior. Los cambios incluyen la ampliación de las cámaras del corazón y el aumento de grosor de los músculos del corazón. La mayoría de los estudios coinciden en que estos cambios son fisiológicos y que la función del corazón aún se conserva. El estudio particular de los atletas Boston indica que los cambios en algunos aspectos de la función del corazón pueden detectarse usando una nueva técnica de formación de imágenes que es más sensible que los métodos convencionales. Sin embargo, estos cambios son en gran medida transitoria y la importancia clínica de esta observación no está claro. Con base en el estudio con atletas de maratón de Boston, algunos de los cambios que los investigadores observaron en los corredores incluidos evidencia de anormalidades en tanto la función sistólica (la capacidad de bombeo del corazón) y la función diastólica (la capacidad del corazón para relajarse durante latidos). Todas las anormalidades sistólicas normalizaron con bastante rapidez, pero las alteraciones diastólicas persistieron durante hasta un mes después de la carrera, lo que indica una alteración inherente a la capacidad del corazón para relajarse. De acuerdo con un cardiólogo consultor senior, algunas de las observaciones recogidas en el estudio en realidad pueden representar los intentos del corazón para adaptarse mejor a las demandas del ejercicio extenuante prolongado. Asimismo, añadió que no hay ninguna prueba de daño al corazón o consecuencias a largo plazo. Sin embargo, hay muchos casos en los que las personas que son saludables y no tienen problemas relacionados con el corazón antes sólo abandonaron la muerte después de maratón o de largo alcance en ejecución. El estudio de observación refuerza la opinión de que uno debe ser entrenado y acondicionado de forma adecuada antes de embarcarse en deportes de resistencia. Preparación debe hacerse al menos 4 a 6 meses antes del evento real con intervalos regulares para la formación y el resto. En conclusión, debemos hacer todas las cosas con moderación, incluyendo el ejercicio.