Es una de las principales razones por las que montar en una bicicleta puede ser una actividad difícil. Aunque algunas lesiones son imposibles de evitar, hay algunas cosas que cada ciclista puede hacer para prevenir lesiones. Aquí está una lista de los seis lesiones que son los más comunes y lo que se puede hacer para evitarlas. La tendinitis de Aquiles es una lesión por sobreesfuerzo, causada por la inflamación. Esta lesión no se debe confundir con la rotura del tendón de Aquiles, que es una lesión mucho más dolorosa y repentina que requiere atención médica inmediata. Otras causas de la tendinitis de Aquiles son los malos ajuste de la bicicleta, así como la posición inadecuada de los tacos de zapatos. Consejo: Realice un analisis de su entrenamiento, – para comprobar donde falla – y use hielo para calmar la inflamación. También se recomienda ibuprofeno por sus propiedades anti-inflamatorias. Pero para que el ibuprofeno haga bien su trabajo, debe estar presente en el sistema durante al mneos tres días consecutivos, con tomas cada ocho horas. Si lo toma solamente cuando tiene dolor no va a ayudar con la inflamación. Si su lesión no es por el uso excesivo, lo más probable es que haya sido causado por el ajuste de la bicicleta. Tener su silla demasiado alta mantiene el pie en flexión plantar (pies apuntando hacia abajo), causando la contracción constante de los músculos de la pantorrilla. Bajar su asiento y asegurarse de que sus sistemas de fijación está bien posicionados, con el fin de evitar que no sea empujado hacia adelante, ésto le ayudará a equilibrar y hacer trabajar sólo los músculos que usan para pedalear. Permitiendo el pie en flexión dorsal (dedo del pie apuntando hacia arriba) desde la parte inferior del pedal puede ayudar a aliviar la tensión en el tendón de Aquiles, lo que permite que el tendón pueda aprobechar períodos de descanso durante los largos recorridos. Situado justo debajo de la rodilla, tendinitis del tendón rotuliano en general es causada por tener un asiento demasiado bajo o permanecer demasiado tiempo con grandes marchas durante su entrenamiento o carrera. Debido a esto, los músculos de los glúteos no se están utilizando, así como debe ser. Como resultado los músculos de los cuádriceps se exceden de trabajo y pueden fatigarse más de lo normal, lo que lleva a la tendinitis en el tendón. Consejo: Trate de variar su cadencia de pedaleo. Mientras que cada ciclista tiene su preferencia, dividir su entrenamiento pedaleando en una alta cadencia (90 a 120 revoluciones por minuto) puede ayudar a prevenir el daño si lo hace la mayor parte de su conducción en las grandes marchas. El aumento de la cadencia de pedaleo va a desarrollar su sistema cardiovascular también, lo que es otra ventaja añadida. Elevar el asiento si está demasiado bajo también ayudará a utilizar más del tendón de la corva y los músculos de los glúteos, asó también evitará algo de tensión en los cuádriceps y en el tendón de la rótula. Los trituradores de pedales utilizan más los músculos del cuádriceps en lugar de incorporar otro de los mayores grupos de músculos del cuerpo que se utilizan al pedalear en círculos. Lo más recomendable es encontrar un equilibrio a la hora de incorporar los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos para evitar que cualquier grupo muscular pueda llegar a fatigarse. Estos dos huesos son los que más comúnmente suelen romperse durante un accidente en bicicleta. La clavícula (clavícula) y el escafoides (huesos del carpo en el lado del pulgar de la mano) son los puntos débiles que absorben el impacto cuando el brazo se extiende a prepararse durante una caída. Estas lesiones requieren atención médica inmediata. Es común para un escafoides roto pasarlo por alto ya que es tan pequeño y el dolor no es tan debilitante. Esto puede ser peligroso, ya que el suministro de sangre a los dedos pulgares puede verse seriamente afectado, dando lugar a necrosis avascular (muerte del hueso). Lo recomendable es inmediatamente a