La esclerosis múltiple, que se caracteriza por signos neurológicos causados por daños en el tejido nervioso, resulta una discapacidad grave en los pacientes. La terapia de trasplante de células madre han demostrado que ayuda a revertir la discapacidad y ayuda a mejorar la mobilidad y la mortalidad.
Esta enfermedad provoca entonces una interrupción en la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Uno puede usar la analogía de las carreteras llenas de baches asemejandose a las vías nerviosas en el cuerpo. Hay 3 formas en que la mielina que recubre las células nerviosas están dañadas. Estos incluyen la formación de placas en el tejido afectado en el sistema nervioso central, inflamación de este tejido y la descomposición de las vainas de mielina de las neuronas. EM también se piensa que es una condición autoinmune donde hay interacción de la genética del paciente y ciertos factores ambientales. Estos han sido propuestos para incluir cuestiones como la exposición al humo del tabaco, la exposición a ciertos disolventes, el aumento de los factores de estrés o infecciones previas con paperas / rubéola / sarampión y otros virus. Los signos y síntomas de la EM depende de en qué parte del sistema nervioso central se están causando los daños. Por lo tanto, la presentación clínica en estos pacientes puede variar enormemente. Estos signos y síntomas pueden incluir los siguientes: Hay señales sin embargo, que parecen ser característicos de la EM y que son los siguientes: La forma más utilizada para diagnosticar la esclerosis múltiple se centra en los hallazgos clínicos, resultados de laboratorio y pruebas radiológicas de las lesiones que se encuentran en diferentes áreas y en diferentes momentos. El diagnóstico de la EM puede ser difícil en las etapas iniciales de la enfermedad. Los signos y síntomas neurológicos que producen justificarían una remisión a un neurólogo. Entonces sería conveniente examinar más a fondo el paciente y pedir pruebas de imagen como la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Los resultados aquí incluyen la presencia de placas en el tejido cerebral. El análisis del líquido cefalorraquídeo puede mostrar signos de inflamación crónica que afectan el sistema nervioso central. Este hallazgo da mérito al posible diagnóstico de la EM cuando el cuadro clínico y los hallazgos radiológicos apuntan a la misma enfermedad. Desafortunadamente, no existe una cura para la EM, pero hay tratamientos disponibles que ayudan a reducir las discapacidades causadas por la enfermedad, así como para reducir los síntomas y signos causados por los ataques agudos. Estos ataques agudos parecen responder bien a altas dosis de terapia con esteroides por vía intravenosa. EM recurrente-remitente (EMRR) está siendo tratada por agentes modificadores de la enfermedad, como el interferón beta-1a y 1b, y son eficaces para reducir el número de ataques que el paciente tiene. En cuanto a la esclerosis múltiple progresiva, solamente mitoxantrona habria demostrado que no tiene efecto en la reducción de las tasas de recaída y en la ralentizacion de la progresión de la enfermedad. Se realizó un estudio en 151 pacientes que se sometieron a un trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH). Fueron sometidos a bajas dosis del medicamento quimioterapéutico que suprimieron sus sistemas inmunes y luego se les dio las células madre a través de una infusión. Las células madre, las cuales fueron cosechadas a partir de los propios pacientes, ayudó a reiniciar su sistema inmunológico con el fin de detener la producción de autoanticuerpos, que tendrían como objetivo el tejido del sistema nervioso central. Los pacientes fueron seguidos con cuestionarios sobre sus signos y síntomas y con pruebas de imagen. Dos años después de este trasplante, se encontró que el 50% de los pacientes involucrados había mostrado una mejora importante en su discapacidad. De los pacientes que fueron seguidos hasta 4 años después del trasplante, más del 80% de ellos no había experimentado recaídas de la enfermedad. El costo de este tratamiento es muy caro y recordando que deben tomarse indefinidamente, de lo contrario el paciente tendria una recaída, es importante tomar nota de que la terapia TPH no es un tratamiento eficaz para la gestión de la esclerosis múltiple