Echa un vistazo a los beneficios derivados de tomar probióticos diario. De acuerdo con un reciente estudio de investigación, tomando un probiótico al día puede ayudar a inducir la pérdida de peso, ayuda en condiciones de prevención de la diabetes y otras enfermedades y de salud relacionados con la obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas de obesidad en todo el mundo casi se han duplicado desde 1980, sólo en en un año, más de 1,4 millones de adultos de 20 años o más fueron clasificados como con sobrepeso y de estas estadísticas, aproximadamente 200 millones de hombres y 300 millones de mujeres eran obesos. El sobrepeso y la obesidad se definen como excesivas o anormales acumulaciones de grasa que pudieran afectar la salud de uno y disminuir la calidad de vida de una persona. Índice de masa corporal de alguien (IMC) es una medida sencilla relación peso-altura. Índice de masa corporal se utiliza para clasificar a alguien como con sobrepeso u obesidad. La definición de la Organización Mundial de la Salud es el siguiente: Una lectura IMC proporciona la evaluación más útil para medir el sobrepeso y la obesidad en los niveles de población. Sin embargo, el IMC se debe considerar solamente como una guía rudimentaria, ya que no se puede relacionar con el mismo grado de gordura entre diferentes personas. La causa directa de la obesidad y el sobrepeso que alguien está consumiendo más calorías que una persona expende. A nivel mundial, las causas de la obesidad y el sobrepeso se pueden atribuir a la siguiente: Tener un mayor índice de masa corporal puede llevar a una persona a sufrir de muchas consecuencias relacionadas con la salud. Los problemas más comunes que enfrentan por alguien que tiene sobrepeso u obesidad son las siguientes: En un estudio reciente realizado por la Universidad de Vanderbilt, ciertas bacterias en el intestino fueron probados y produjeron un “compuesto terapéutico”, que dejó de resistencia a la insulina, aumento de peso y otras complicaciones de salud relacionadas con el consumo de una dieta alta en grasas. Las investigaciones realizadas en el pasado ha demostrado que las bacterias naturales que se encuentran en el intestino juega un papel en el desarrollo de la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Los científicos se preguntan ahora si la manipulación de la microbiota del intestino podría conducir a la promoción de una mejor salud. Un procedimiento científico conocido como GenEng fue personificada cuando un grupo internacional de investigadores ilustra cómo utilizar probióticos modificados genéticamente para prevenir enfermedades. Al utilizar bacterias sólo diseñados especialmente, los investigadores encontraron la obesidad podría prevenirse en ratones y les dieron una vida más sana. A través de manipulación de ADN bacteriano, la base de GenEng, los investigadores se centró en maneras de entender no sólo la naturaleza del código genético, sino también cómo manipular para sus beneficios. Durante la década de 1970, investigadores científicos idearon maneras de eliminar, insertar y modificar genes en las bacterias que revelaron más dirección para la investigación futura. En el principio GenEng se utilizó sólo para la ciencia fundamental, pero con el tiempo se hizo más frecuente utilizar en la investigación médica. Había una necesidad inherente para la producción masiva de la medicina valiosa y GenEng parecía ser la respuesta a la cuestión. Con ciertas bacterias, multiplicando sucedido en cuestión de veinte minutos, lo que les hizo indispensable para futuras necesidades farmacéuticas. Microflora intestinal desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable. En muchos ensayos clínicos controlados, la bacteria probiótica ha demostrado una y otra vez, un beneficio en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales como la diarrea infecciosa. A través de estos descubrimientos, la evidencia ha conducido a la prueba de que los probióticos pueden utilizarse como una estrategia terapéutica para el tratamiento de enfermedades humanas. Los mecanismos precisos que influyen en la relación entre el microbio y el anfitrión siguen sin estar claros, pero no hay evidencia creciente que sugiere que la función del sistema inmune puede ser regu